“…La mayoría de ellos se centran en el estudio de los cambios morfológicos en el tejido gris asociados a diferentes síndromes o enfermedades como: Alzheimer [29,30,41,59,65,117], enfermedad de Huntington [94,95], esquizofrenia [112], autismo [36], [81], SIDA [24], Síndrome de Down [85], déficit de atención [61] distrofia muscular de Duchenne [9], depresión [118] y cáncer [35,101]. Por otro lado también se estudió cómo afecta en la morfometría cerebral el ejercicio [13,14,40,103], el sexo [75], la reproducción [11], la exposición al estrés [38], el envejecimiento [92,109], el dolor neuropático [15], la resurrección cardiopulmonar [105], la exposición al plomo durante la niñez [67], la dieta [33,89] y la raza [46], entre otros.…”