En este artículo abordo la relación entre el acaparamiento de tierras, el cultivo de palma de aceite y el paramilitarismo en Colombia desde la óptica de la acumulación primitiva. Para el efecto hago un análisis de tres casos concretos: el Bajo Atrato en Chocó, Mapiripán en Meta y Las Pavas en el sur de Bolívar, todos en Colombia, en los que se han presentado hechos de violencia que incluyen desplazamiento forzado y despojo de tierras, con subsecuentes proyectos de cultivo de palma de aceite a gran escala. La discusión trae a colación el mercado internacional de agrocombustibles y la necesidad del Estado colombiano de copar territorios que antes le resultaban hostiles.