La presente investigación tuvo como problema principal una dificultad que siempre se había presentado en mi práctica docente: que estudiantes de niveles educativos menores a tercero medio formularan preguntas investigables. Para estudiar esta problemática, inicié una investigación-acción, donde como primer punto realicé un análisis de registros anecdóticos de clases pasadas en las que había trabajado con preguntas investigables. En base a los resultados de este análisis, realicé una secuencia didáctica en donde trabajé con preguntas investigables desde la historia de las ciencias y la indagación abierta, con estudiantes de primero medio en contexto de clases virtuales durante la pandemia por COVID-19 del año 2020. Produje información de lo sucedido durante el proceso, a través de tickets de salida, un diario íntimo y apoyándome de diálogos generados durante las clases de la secuencia didáctica implementada. Las principales reflexiones que pude extraer del proceso son: 1) Para formular preguntas investigables es necesario dejar que las y los estudiantes sean curiosos, autónomos y creativos, pero también es necesario la guía efectiva de un profesor 2) las y los estudiantes pueden llegar a establecer características de las preguntas investigables desde la experiencia. Puedo concluir que estas reflexiones han generados cambios en mi práctica y en mi relación con mis estudiantes, modificando también mi propia forma de ser profesora de ciencias.