El artículo presenta una visión general y actualizada de las políticas de control de armas pequeñas en América Latina. Con el fin de encontrar un equilibrio entre su uso legítimo y la prevención de daños sociales, todos los Estados latinoamericanos regulan la posesión y el uso de armas de fuego. El análisis comparativo demuestra que existe una gran heterogeneidad entre los países, pero la mayoría lo hace de formas relativamente restrictivas y con sistemas rigurosos de licencia y registro. A pesar de ello, el acatamiento limitado de las leyes y la falta de evidencia empírica sobre sus impactos dificultan la evaluación de sus resultados. En definitiva, no es posible determinar si estas políticas previenen lesiones y muertes, en consonancia con un área de políticas públicas en la cual persisten demasiadas incógnitas.