El derecho internacional del refugiado, se ha caracterizado desde su convencionalización en Ginebra en 1951, por procurar protección internacional puntual a colectivos específicos que sufrieron persecución en la Europa de entre guerras. La protección internacional en sus diversas formas, se configura como un rasgo de alta estima, reflejo de los valores democráticos pactados por la comunidad de naciones, pues dicha institución simboliza el ánimo de los Estados, de resarcir el daño causado con la Segunda Guerra Mundial y el propósito de evitar su repetición. Para lo cual, se realizan declaraciones internacionales que reconocen los derechos humanos y la dignidad humana, como presupuesto básico de la paz. Se pretende el desarrollo económico, acabar con la miseria y el hambre, sin perder de vista dichos valores y principios. El calentamiento global y sus efectos, se configura como el gran reto del Siglo XXI. Hemos dado cuenta en este estudio, sobre la conexidad entre los efectos del cambio climático producto del calentamiento global, distintivo de la era del Antropoceno, con los desplazamientos masivos de personas; a su vez, ponemos de relieve la regulación internacional entre resquicios sobre el refugio climático, que revictimiza a las personas que sufren persecución por dichas razones.