Este artículo investiga el significado de la imagen en la experiencia espiritual de Ignacio de Loyola (1491-1556) y Carl Gustav Jung (1875-1961). Este es el marco que movió la investigación, cuyo objetivo no apunta a las teorías psicoanalíticas de Jung, sino al estudio comparativo de dos imágenes simbólicas en ambos: Cristo y la serpiente. En primer lugar, hemos acudido a las fuentes documentales en Ignacio de Loyola y en Jung, en su Libro rojo. Al seguir el método comparativo y analítico, hemos acotado los términos sobre el significado del ojo interior y las imágenes surreales o simbólicas. En segundo lugar, nos hemos adentrado en el estudio comparativo de las figuras de Cristo y de la serpiente.El resultado ha sido que la Autobiografía está construida bajo dos parámetros: “Se le abrieron un poco los ojos” (8-10), hilo conductor hasta “la apertura ocular” (30-31). Esta progresiva apertura de los ojos teje el discernimiento de las mociones que acompañan el arco de estos números: mirar(se) a sí mismo (8-27), a los misterios de la fe (28-29) y a Cristo (30-31), donde la serpiente adquiere un valor simbólico fuerte. Las conclusiones de nuestra investigación son las siguientes:– Las tres imágenes –la serpiente, los misterios de la fe y Cristo– revelan un camino hacia la forma Christi, tanto en Ignacio como en Jung, para desvelar los engaños.– Ignacio y Jung se ejercitan en la imagen. Ambos, pese a sus diferencias, se suman a esa tradición que recupera el sentido de la vida como ejercicio espiritual.– Asumir la propia vida y conducirla a la forma Christi son dos de los ejercicios de quienes miran a Cristo, porque mediante el arte de figurar y figurarse, ellas se van conociendo interiormente y van adoptando la forma Christi: el acontecer de Dios y la emergencia de su sí mismo.