La educación inclusiva ha marcado como estándar de calidad la atención a las personas con diferencias. Toda persona es diferente en alguna de las siguientes dimensiones: cognitiva, psicológica, físicomotora o sociocultural. La práctica actual a nivel internacional insta a las instituciones educativas a considerar en su operatividad los siguientes principios de la inclusión: (a) acceso de toda persona a todo lugar (independientemente de sus diferencias), (b) actitud de colaboración al trabajar con personas diferentes, (c) intervención temprana para obtener mejores resultados, (d) capacitación para la intervención con personas con diferencias y (e) adecuación de contenidos, equipos e infraestructura para la atención a personas con diferencias. El diagnóstico de los lineamientos de inclusión es una de las estrategias que permiten, tanto a la institución como al personal educativo y a las familias, identificar fortalezas y áreas de posibilidad en el crecimiento hacia el nivel ideal de inclusión. Este trabajo presenta el diseño y las características técnicas de un instrumento que ayuda a las instituciones educativas en dicho diagnóstico. Para el diseño y validación del instrumento se siguieron varias etapas, desde el fundamento teórico, pasando por la elaboración de los reactivos, su validez de contenido a través de 10 expertos, su validez de constructo con un Análisis Factorial Exploratorio y Confirmatorio. El resultado final es un modelo de Inclusión Educativa con cuatro ámbitos compuesto por 21 reactivos y que explican un 73.3% de la varianza. Esta estructura factorial mostró un ajuste bueno, estabilidad buena con adecuada confiabilidad, validez convergente y validez discriminante.