El objetivo del artículo es analizar las prácticas y representaciones espaciales de niños/as residentes de un edificio de gran altura y densidad habitacional del centro de la capital chilena. Con un diseño cualitativo, crítico-etnográfico, y un modelo colaborativo, se contó con la participación de 5 niños/as de 10 a 13 años, y 6 adultos/as de 25 a 55 años, de diversas nacionalidades y tiempos de residencia. El análisis de contenido constató que la composición física y dinámicas relacionales en el edificio, han restringido severamente las posibilidades de despliegue espacial de niños/as residentes en este, contribuyendo a su histórica invisibilización y encierro. A pesar de esto, se encontraron prácticas de resistencia y resignificación del espacio por parte de los niños/as, que crean comunidad en un marco urbano que no la favorece.