La deriva de la sintaxis hacia nuevos planteamientos y maneras de análisis es el reflejo y la consecuencia de la evolución de la lingüística, en general, y de la textual, en concreto. Tras años centrada en el sistema, en sus componentes y en sus relaciones, se ha abierto a su realización y a la construcción del discurso. Los textos, por su parte, han dejado de verse como simples suministradores de datos y como objetos aislados. Se han convertido en el resultado de un acto de comunicación y remiten a clases, a moldes o esquemas que convencionalizan los modos de disponer y organizar el contenido y la elección de los recursos. El acercamiento con estas premisas a la condicionalidad, es decir, a cualquier expresión que denote dicho valor, busca contemplar su operatividad informativa y acometer su contribución a la progresión temática (coherencia) y a la conexión de sus componentes (cohesión). Es, en realidad, una exigencia de las particularidades del Libro de los exenplos por A.B.C., cuya naturaleza didáctica lo preside y mediatiza todo, desde su finalidad hasta su configuración discursiva, pasando por las unidades que lo integran, la selección de las técnicas lingüísticas que actualiza y los interlocutores a los que se dirige. El estudio del dístico rimado confirmará estos aspectos. Se sirve de estructuras condicionales diferentes a las documentadas en las conclusiones y en el cuerpo del exemplo y, cuando no es así, las utiliza con funciones muy distintas.