RESUMENEl uso de las indicaciones del láser en el manejo de las malformaciones vasculares y los hemangiomas infantiles se fundamenta en la teoría de la fototermolisis selectiva, siendo la oxihemoglobina el cromóforo diana sobre el cual actúa la luz del láser, evitándose así el daño a tejidos vecinos. El láser de colorante pulsado es el más utilizado y es, actualmente, el tratamiento de elección en las malformaciones capilares (mancha en vino de Oporto). La respuesta obtenida es variable, alcanzándose un aclaramiento sustancial del color de la lesión, tras varias sesiones. La aplicación en edades tempranas parece mejorar los resultados. Las malformaciones venosas, especialmente las localizadas en la mucosa, responden mejor al láser de Nd:YAG; las malformaciones linfáticas al láser de CO 2 . Las malformaciones arteriovenosas raramente responden. El uso del láser de colorante pulsado en la fase proliferativa de los hemangiomas es controvertido, excepto si existe ulceración. En estos casos se obtiene una reepitelización rápida tras su empleo. En la fase involutiva, los pacientes con lesiones residuales vasculares pueden beneficiarse de otros láseres como KTP o Nd:YAG. Si presentan superficie atrófica y cicatrices mejoran con láser de CO 2 o Er:YAG. Están emergiendo nuevas modalidades como la terapia fotodinámica cuya eficacia y seguridad, tanto en el tratamiento de los hemangiomas como de las malformaciones vasculares, está aún por confirmar.
ABSTRACTThe use of the indications of the laser in treating vascular malformations and infantile haemangiomas is based on the theory of selective photothermolysis, in which the oxyhaemoglobin is the target chromophore on which the light of the laser acts, thus avoiding damage to neighbouring tissues. The pulsed dye laser is the most employed and at present is the treatment of choice in capillary malformations (port-wine stains). A variable response is obtained, with a substantial clearing of the colour of the lesion after several sessions. Application at early ages seems to improve the results. Venous malformations, especially those localised in the mucosa, respond better to the Nd:YAG laser; lymphatic malformations to the CO2 laser. Arteriovenous malformations rarely respond. Use of the pulsed dye laser in the phase of proliferation of the haemangiomas is subject to controversy, except where there is ulceration. A rapid re-epithelialization is obtained in these cases following its use. In the involution phase, patients with residual vascular lesions can benefit from other lasers such as KTP or Nd:YAG. If they show an atrophic surface and scars these complications improve with the CO2 laser or Er:YAG. New treatment modalities are emerging, such as photodynamic therapy, whose efficacy and safety, both in the treatment of haemangiomas and vascular malformations, have yet to be confirmed.