Este ensayo se examina la vida de Doña Josefa de Angulo a través de un análisis de un caso inquisitorial del año 1661. Josefa, casada con un hombre mucho mayor, Juan de Vilches quien la depositó en el Recogimiento de la Magdalena, se mostraba un esfuerzo concentrado en vivir su vida por sí misma, rechazando las expectativas para una criolla casada y acomodada. Ella dramáticamente alteró la vida cotidiana en el recogimiento y provocó una serie de sucesos escandalosas las cuales se involucraban los empleados de la dicha institución, el arzobispo y su personal, sus hijastros, los inquisidores, y su confesor Miguel de Palmares, lo cual le acusó de solicitación en el confesionario. Ella desafiaba las normas sobre el matrimonio, la supuesta sumisión femenina a la autoridad masculina, y el mismo propósito del recogimiento. Su historia se ilumina la complicada relación entre el control social de género y la idea del escándalo en la capital virreinal.