“…El concepto de corredor, en la manera de usarlo de la Comisión Europea para designar -en el plano operacional-los grandes ejes del espacio comunitario (Commission européenne, 2013), y al suponer una cooperación entre actores institucionales, es el vector de una posible territorialización para ir hacia un territorio europeo apropiado y recorrido en el sentido más fuerte de la palabra. El Corredor Mediterráneo, entre todos los proyectos, sin duda es una de las herramientas más potentes por ser un proyecto de largo plazo en la mente de los actores nacionales (Lentisco, 2005;Villalonga, 1934Villalonga, ) y europeos (ocde, 1977, y por su trazado que vincula los Estados del este y del oeste de Europa atravesando fronteras en donde se cristalizan los retos del transporte, entre España y Francia por una parte (Chardard, 2007;Charlanne, 2005), y entre Francia e Italia por otra parte (Darnis, 2015;Sutton, 2013), en torno a cuestiones de interoperabilidad y opciones de infraestructuras.…”