“…Los estudios que se referirán centran la atención en diversas actividades económicas, sectores y organizaciones empresariales, como las de los ferrocarriles, los textiles, las agroindustriales y las industriales en general. Abordan las peculiaridades de transformación de las relaciones laborales, de las estrategias para la gestión de mercados de trabajo para la atracción, la retención y el asentamiento de trabajadores con la finalidad de mantener la producción y elevar la productividad (Sierra, 1990); formas de control social (Mantecón, 2013;Snodgrass, 1998;Gaudemar, 1991); el tránsito de orientaciones paternalistas de tipo autoritario a formas de paternalismo de perfil benévolo o benefactor (Águila y Bortz, 2020;Venegas, 2015); de la vivienda y los barrios obreros (García, 2018;Dorel-Ferré, 2003;Frey, 1989); así como de la capacidad de reconstitución de las empresas paternalistas en sus formas de gestión, expresando una adaptación a nuevos contextos (Lamanthe, 2009). Para este trabajo, atendiendo a una concepción de utilidad, el paternalismo industrial puede ser caracterizado como una trasposición de principios de dominación tradicional en la relación salarial, en la que esta se inspira en el modelo de familia tradicional y de las formas de autoridad que la definen.…”