“…Son varias las evidencias que en una dimensión histórica e internacional podemos encontrar sobre la utilización de la EDH como una herramienta liberalizadora en contextos opresivos, pudiendo situar su origen precisamente a partir de los movimientos sociales y la educación popular (Magendzo, 2015). La educación popular es una tradición político-pedagógica crítica (Muñoz, 2013) que se origina en la década de los 60 en el marco de la conmoción política que afectaba a diversos países en Sudamérica y el Caribe donde los derechos humanos se estaban violando gravemente (Zúñiga, 2018). En el marco de las dictaduras de los años 70 en Latinoamérica, a partir de la década de los 80, fue utilizada como una herramienta para el cambio social no violento y la redemocratización de la sociedad, especialmente en Argentina, Brasil, Chile y Perú, donde las/los educadores activistas usaron la educación popular en derechos humanos para acercarse a las personas con programas educativos que condenaban las violaciones de derechos y aclamaban la restauración de la democracia, de modo que con el reconocimiento de las organizaciones, se convirtió en un componente esencial de la resistencia popular (Cubillos-Vega y Llanán, 2018;Flowers, 2015;Magendzo y Bermúdez, 2018).…”