“…En cambio, para (Bermúdez, 2009) puede existir una correlación entre el lenguaje y la ToM; no obstante, esto depende de otros factores internos, como la memoria o funciones ejecutivas; o factores externos, como la cultura y la sociedad en la que se desenvuelvan los sujetos. Por su parte, los autores (Resches, Serrat, Rotan, & Esteban, 2010) se refieren sobre un modelo de causalidad recíproca en el que se relaciona la Teoría de la Mente y el lenguaje; sin embargo, este vínculo puede variar de acuerdo con las etapas de desarrollo y reconocen la necesidad de profundizar, específicamente, en la injerencia que tienen las habilidades lingüísticas sobre la cognición social, lo que podría hacer posible la comprensión de la Teoría de la Mente de un niño durante las primeras etapas del desarrollo gramatical. A pesar de la existencia de aportes como estos, algunos autores reconocen la falta de estudios que recaben más información sobre la premisa que sostiene que el desarrollo de Teoría de la Mente está relacionado con la adquisición lingüística (Flórez, Arias, & Torrado, 2011) (Ruffman, Slade, Rowlandson, Rumsey, & Garnham, 2003).…”