Leyes de semillas y maíz transgénico. Análisis desde la co-producción entre ciencia y regímenes económico-políticos en México.

Abstract

La alimentación y lo que está relacionado con ella son elementos importantes para el estudio de la crisis civilizatoria que vivimos. Fenómenos como la erosión de la biodiversidad, enfermedades por el uso de pesticidas, y efectos colaterales de la tecnología transgénica, entre muchos otros, están relacionados a una forma de vida que altera el cuerpo y el ambiente. Actualmente la agricultura industrial es la forma de producción dominante y esto incrementa la crisis ambiental gravemente. En ese contexto, las leyes juegan un papel importante en la comprensión de los cambios en las relaciones humanas con la naturaleza y la producción de alimentos. En México, las leyes de semillas han cambiado del Régimen Fordista al Neoliberal y la tecnología ha jugado un papel importante en ello. Por estas razones, el objetivo del presente artículo fue analizar las leyes de semillas y al maíz transgénico como elementos de la co-producción entre el desarrollo científicotecnológico y los regímenes económico-políticos en México, ambos como elementos importantes en el fenómeno de mercantilización de la vida. El estudio se concentra en entender cómo se despliega la relación de co-producción entre los dos elementos mencionados a través de un estudio histórico de los cambios en las leyes de semillas del Régimen Fordista al Neoliberal. El artículo muestra cómo es que la mercantilización altera las relaciones del hombre con su entorno y, apoyándose de las leyes, propicia una forma de producción de alimentos que participa activamente en la crisis civilizatoria.

Mercantilización del maíz en un contexto político y de cambio climático en el trópico subhúmedo mexicano

“…En consecuencia, el maíz pasó a ser una mercancía a través de la cual se comenzó a obtener un ingreso. Esta mercantilización es definida como el resultado de un proceso en el que los actores científicos, políticos y económicos funcionan bajo la lógica mercantil, que conduce a que la naturaleza se objetualice, lo que la convierte en un stock de recursos disponibles para ser explotados en pro del progreso (Grain, 2014;Machado, 2010: Ortega-Villegas et al, 2017. Es decir, el maíz se convirtió en un medio para satisfacer un sinnúmero de necesidades de los productores, incluidas las de carácter alimenticio, en un mercado que sigue representando, fundamentalmente, los intereses de empresas multinacionales que cuentan con grupos científico-técnicos y un marco legal conveniente para producir semillas mejoradas de acuerdo con sus intereses particulares (Quist y Chapela, 2001).…”

“…Esto significa que el manejo de las prácticas en los agroecosistemas por parte de los productores es resultado de un albedrío bastante cuestionable, ya que se limita la decisión de dónde o cuándo sembrar o cosechar. Esta es una expresión de la influencia de intereses económicos globales en una realidad agrícola local (Ortega-Villegas et al, 2017).…”

Relationship between Maize Seed Productivity in Mexico between 1983 and 2018 with the Adoption of Genetically Modified Maize and the Resilience of Local Races

“…Villegas et al [11] consider that the growth in grain maize productivity of rainfed areas is explained by the inclusion of federal programs such as MasAgro that develop regional strategies of sustainable intensification of maize production, through innovation networks composed by research platforms, demonstrative modules, and extension areas where sustainable agronomic technologies and practices are evaluated, developed and adapted, which promote the use of improved maize seeds [36]. Carpentieri-Pípolo et al and Sales-Rocha et al [37,38] found that native maize varieties cultivated in a traditional system tend to stand out in comparison to commercial varieties in the long-term, because the native varieties have genotypes capable of responding better to abiotic and biotic stress, providing a better stability of the yield.…”

“…To guarantee food security of grain maize in Mexico, the national agricultural policy has established strategies and programs whose goals have been to increase the field yields and to increase the profitability for producers [7,8]. Thus, in 1994, in the Program for Direct Support to the Farmland (Programa de Apoyos Directos al Campo, PROCAMPO) [9], in the six-year period of 2007-2012, the use of genetically modified maize varieties was fostered [10]; and since 2012 the Sustainable Modernization of Traditional Agriculture Program (Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional, MasAgro) was created [11].…”

“…The objective of the PROCAMPO program was not only to increase grain maize production through the increase of the surface planted (ha), but also to standardize the property rights on the land [9]; meanwhile, the MasAgro program attempts to make social agriculture for subsistence more productive, to satisfy the demands of the grain and family supply [11]. In contrast with these two programs that have been applied, the strategy of producing genetically modified maize varieties to increase the yields in the field has not been implemented [12].…”