Emar en Umbral, Primer Pilar, El Globo de Cristal practica una suerte de "cosmopolitismo periférico" al experimentar al máximo con diversas propuestas vanguardistas y formulaciones de la categoría de Obra Total. Recontextualiza así la Querella Antiguos y Modernos que desplegara en su labor como crítico de arte en el Diario La Nación por medio de la creación de una novela-drama que permite integrar tanto el polo de la producción artística como el de la recepción crítica. Emar, fiel a su entendimiento del "arte vivo" como "duda creadora", conforma a Umbral como "objeto de ansiedad". A nivel temático, el juego con lo apolíneo y lo dionisíaco nietzscheano le permite desplegar una poética de la ficción que implica una crítica de la noción moderna de autor.