“…Esta forma de organización social ocurre en diferentes partes del mundo donde han sido estudiados como en Estados Unidos (Wells et al, 1987), Brasil (Simoes-Lopes & Fabian, 1999) o Australia (Möller, Wiszniewski, Allen, & Beheregaray, 2007). La organización social, distribución y patrones de movimiento están regulados por factores biológicos intrínsecos como el sexo y la edad (Félix, 1997;Fury, Rucksthul, & Harrison, 2013;Morteo, Rocha-Olivares, & Abarca-Arenas, 2014), factores ecológicos como la distribución y disponibilidad de sus presas, presión por depredación y competencia intra e interespecífica, así como condiciones ambientales cambiantes debido a la variabilidad estacional, al ciclo de mareas, entre otros, y en algunos casos en función de usos antrópicos de la zona costera que pueden llegar a modificar sus patrones espacio-temporales de distribución (e.g., Lusseau, 2004;Morteo, Rocha-Olivares, Arceo-Briseño, & Abarca-Arenas, 2012a;Di Giacomo & Ott, 2016). Al igual que otros delfines costeros alrededor del mundo, los delfines nariz de botella costeros están amenazados por actividades humanas como la pesca, el tráfico marítimo y la degradación del hábitat por la contaminación en sus diferentes formas (Parsons & Jefferson, 2000;Reeves, Smith, Crespo, & Notarbartolo di Sciara, 2003;Reeves, McClellan, & Werner, 2013;Van Waerebeek et al, 2007;Azevedo et al, 2017).…”