En México, el racismo se reproduce de múltiples formas. Los pueblos y las comunidades indígenas cotidianamente enfrentan el racismo en los servicios públicos, por ejemplo, en el acceso a la justicia se expresa cuando las personas indígenas no son asistidas por intérpretes en su lengua (y variante lingüística) y cultura, como de actitudes discriminatorias que se reproducen en los procesos judiciales. El presente artículo tiene por objetivo analizar las vivencias del racismo de intérpretes en lenguas indígenas a partir de su labor en el ámbito de la justicia. La metodología es cualitativa, basada en el método biográfico narrativo. A través de entrevistas se construyeron las narrativas. Los resultados de investigación muestran que el racismo es una de las violencias estructurales y sistémicas que oprime y excluye a las personas por su origen étnico, además, sus lenguas son minimizadas por cargas ideológicas relacionadas con la pobreza, el atraso y la ignorancia. El racismo, heredero de los discursos colonialistas, continúa marcando la clasificación social y la subordinación/dominación que legitiman espacios de poder y violencias lingüísticas/epistémicas. Frente al racismo, la praxis cotidiana de las y los intérpretes en lenguas indígenas es la lucha por los derechos lingüísticos y la dignidad humana.