El estigma hace referencia a las actitudes y creencias que conducen a las personas a rechazar, evitar y temer a aquellos a quienes perciben como diferentes; por su parte, el estigma internalizado hace referencia a aquel que es orientado hacia sí mismo En este sentido, el objetivo de la presente investigación es determinar el nivel de estigma internalizado en personas con trastorno mental (tm), residentes de un hogar protegido con rehabilitación de base comunitaria, durante el primer semestre de 2019. Para la metodología, se realizó un estudio observacional y descriptivo, de enfoque cuantitativo; además, se utilizaron dos instrumentos: una encuesta de caracterización sociodemográfica de la persona con alteración mental y la aplicación de la escala de autoestigma de la enfermedad Internalized Stigma of Mental Illness Scale (ismi) (Tanabe et ál., 2016). Los resultados obtenidos arrojan que las cuatro mediciones permiten verificar que hay un 62,5 % de percepción de estigma y discriminación. A su vez, puntúa la resistencia al estigma en un 70 %, pues se muestra que puede existir una adaptación social en el dispositivo de rehabilitación de base comunitaria que es capaz de contrarrestar el estigma social y evitar que sea internalizarlo en los integrantes de la comunidad. Se concluye que es evidente que existe una alta percepción de alienación, estigma y discriminación, no solo en el ámbito social, que es en el que más se ve este rechazo así como en el mismo aislamiento del paciente, sino a nivel familiar y laboral. Gracias a las practicas comunitarias, la comunidad ha construido mecanismos basados en procesos de pensamiento crítico y entendimiento, que permiten afrontar el estigma social y no lo internalizan.