“…En México se han identificado microcromosomas "B" en diversas especies de organismos acuáticos como los caracoles de tinte Plicopurpura pansa y Plicopurpura columellaris (Arias-Rodriguez, González-Hermoso, Fletes-Regalado, Rodrí-guez-Ibarra & Del Valle-Pignataro, 2007), en los peces tropicales Petenia splendida y Atractosteus tropicus (Arias-Rodriguez et al, 2008; y en la rana arborícola Smilisca baudinii (Hernández-Guzmán et al, 2011), por lo que la presencia de microcromosomas "B" en las tortugas K. leucostomum, T. scripta y S. triporcatus de Tabasco incrementa el número de incidencia de especies con presencia de cromosomas supernumerarios, encontrando una relación constante en las especies con este citotipo cariológico específico, en donde todos los organismos con microcromosomas "B" son acuáticos o semiacuáticos. La hipótesis del origen de los microcromosomas "B" presentes en la biodiversidad mexicana, puede tener relación con la presencia de componentes xenobióticos en niveles o concentraciones elevadas (Arias-Rodriguez et al, 2007;2008;Hernández-Guzmán et al, 2011); esta idea es reforzada por los antecedentes históricos de presencia de metales pesados en sistemas acuáticos y terrestres del Golfo de México y principalmente del estado de Tabasco, de donde son procedentes las tres especies de tortugas K. leucostomum, T. scripta y S. triporcatus (Rosas et al, 1983;Villanueva & Botello, 1992;Fiedler et al, 2009;De la Cruz-Pons et al, 2012).…”