Cómo citar este artículo / Referencia normalizada P Vázquez Sande (2016)
Abstracts[ES] Introducción: La comunicación institucional y la comunicación política deberían tener cauces de difusión separados pero, adoptando la hipótesis de la normalización, en las redes sociales también se refleja la tendencia al indebido uso partidista de los canales institucionales. Metodología: Este estudio analiza las publicaciones en Twitter de 40 cuentas institucionales españolas distribuidas equitativamente entre cuatro niveles territoriales (estatal, autonómico, provincial y local). Se trata de una investigación cualitativa con un método exploratorio en el que se ha empleado fundamentalmente el análisis de contenido. Resultados y conclusiones: Los resultados verifican la hipótesis de que se están dando usos propagandísticos y partidistas desde estas cuentas institucionales con una decena de tendencias que reflejan una gran preocupación por la proyección de los políticos en tanto que agentes de un partido. Por tanto, se consolida en este nuevo canal la confusión de estos dos planos, ya advertida en investigaciones previas con respecto a las salas de prensa online de una institución (García Orosa y Vázquez Sande, 2012).[EN] Introduction: Institutional communication and political communication should have separate vehicles for dissemination. However, by adopting the normalization hypothesis, the tendency to a partisan misuse is also reflected in social networks. Methods: This study analyses the Twitter publications of 40 Spanish institutional accounts equitably distributed between four territorial levels (state, regional, provincial and local). This is a qualitative research, essentially based on a content analysis method. Results and conclusions: The results ratify the hypothesis that these institutional accounts are being used for propaganda and partisan purposes. Ten trends prove there is a great concern for politicians' visibility as party agents. Therefore, in this new channel the confusion between these two areas is reinforced. This has already been detected by previous research that examined communication in an institution's online press rooms (García Orosa & Vázquez Sande, 2012)