Los mecanismos organizativos de las prácticas económicas alternativas en las ciudades españolas

Abstract

Los mecanismos organizativos de las prácticas José Luis Sánchez Hernández económicas alternativas en las ciudades españolas 2 Documents d'Anàlisi Geogràfica 2021, article en premsa

Identificación de buenas prácticas en las iniciativas de asociativismo municipal para la generación de avances en el cumplimiento de la Agenda 2030. Estudio de caso del Área Metropolitana de San Salvador

“…Con respecto a las buenas prácticas, retomando los planteamientos de Hernández (2001), se puede asegurar determinadas condiciones para poder clasificar una acción específica dentro de esta categoría, destacando entre ellas la necesidad de una trascendencia positiva en la intervención o iniciativa en cuestión. A modo de ilustración, la OPAMSS emerge como el fruto de un proceso colaborativo significativo entre los municipios que, en 1986, optaron por unirse en un esfuerzo conjunto para restaurar la infraestructura del área metropolitana.…”

“…De cada experiencia obtenida durante la ejecución de un plan municipal o territorial, es importante aprender de los aspectos en los que se pudo presentar alguna dificultad, así mismo, destacar aquellos con resultados positivos y cuyo potencial se pueda maximizar en una iniciativa a futuro. Esto último, puede registrarse como una "buena práctica" que, para Hernández (2001), son todas aquellas iniciativas, cuyos resultados se materializan en la mejora de las condiciones de vida de la población y del entorno. Por lo tanto, una buena práctica va más allá de una acción que fue ejecutada de forma adecuada, más bien, hace referencia a la trascendencia que esta misma genera.…”

“…La Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador (OPAMSS) surge en el marco de Comité de Alcaldes de la región y posee, dentro de sus funciones, el deber de planear, gestionar y evaluar las iniciativas que, como conjunto de municipios asociados, se han desarrollado, garantizando el bienestar común (Acuerdo 3 de 1989). Es importante mencionar que se han seleccionado criterios claves para poder identificarla como una buena práctica, y estos van desde los aspectos de sostenibilidad económica, hasta aquellos referentes al fortalecimiento de capacidades institucionales y comunitarias (Hernández, 2001;García Navarro, 2003;Pérez-Hernández y Caballer-Miedes, 2020). Todo ello con la finalidad de conocer si son suficientes para poder registrar avances en materia de desarrollo territorial.…”

Discursos y prácticas en los modelos de desarrollo local: estudios de casos en España

“…Los mecanismos para ello, en un contexto de restricción del gasto público, no deberían pasar exclusivamente por un aumento de recursos (o por insistir en el desarrollo económico de un territorio), sino por la creación de fórmulas alternativas para poder luchar contra estas restricciones y dificultades. Estas alternativas suponen apuestas que van más allá del esquema tradicional en favor del crecimiento económico y que buscan complementar el tradicional desarrollo económico a partir de iniciativas alternativas que sean viables tanto desde el punto de vista económico, como social y medioambiental (Casellas, 2014;Sánchez Hernández et al 2017;Sánchez Hernández, 2019). Estos argumentos, relacionados con la crisis económica de 2007-2008, podrían perfectamente aplicarse a las consecuencias derivadas de la crisis de la COVID19, la crisis del cambio climático, así como los efectos económicos derivados de la guerra en Ucrania.…”

La acción cooperativa y su incidencia en la agenda 2030 en el marco de una soberanía alimentaria y el feminismo: La Camperola S.Coop.V.

“…Asimismo, y la procura de una alimentación saludable obliga también a desarrollar un modelo de agricultura no convencional, es decir, sin la utilización de fertilizantes ni abonos químicos, ni pesticidas, ni tampoco el consumo de productos derivados de organismos genéticamente modificados (OMG) o transgénicos. Estos planteamientos manifiestan una gran transcendencia socioeconómica como práctica económica alternativa (Sánchez, 2017) ante un modelo agroindustrial fundamentado precisamente en la perturbación de la actividad agraria a escala mundial. Del mismo modo, la experiencia del confinamiento ha reactivado, aunque tal vez por poco tiempo, la conciencia de impulsar nuevos modelos de empresa y de redes territoriales en el ámbito de la producción y consumo de productos agroalimentarios para la nueva fase post-covid frente al entramado de gran distribución agroalimentaria.…”