A través del análisis de los valores isotópicos de las dietas (d13Ccolágeno, d13Capatita, d15N y d13C), y de funciones discriminantes basados en los tres primeros, se analiza el impacto de las prácticas agrícolas en diferentes unidades arqueológicas del nordeste de Argentina. Los resultados demuestran un consumo moderado de maíz en los individuos recuperados en los sitios de la unidad arqueológica Itararé-Taquara de la provincia de Misiones, como así también en las muestras procedentes de los sitios guaraníes de esta última provincia y de Buenos Aires. Para el mosaico de cazadores-recolectores complejos del curso medio e inferior del río Paraná (provincias de Entre Ríos y Buenos Aires), el maíz no se detecta a nivel poblacional, mientras que el consumo de plantas C3 fue muy variable. En aquellos individuos recuperados en los sitios definidos tradicionalmente como Goya-Malabrigo (o estilo cerámico Goya-Malabrigo), la ingesta de plantas C3 fue muy reducida, representando la dieta con el menor componente de plantas del complejo cazador-recolector local. En los individuos procedentes de los sitios del informalmente denominado Grupo Cerámica Lisa, el consumo de maíz también es indetectable en términos poblacionales, si bien algunos pocos individuos muestran un ligero enriquecimiento en la bioapatita relacionado con un consumo menor derecursos C4, que eventualmente podría reflejar, en parte, una ingesta muy pequeña de maíz. El consumo de plantas C3 entre estos individuos fue más alto en relación con aquellos procedentes de los sitios definidos como Goya-Malabrigo, compuesto por plantas silvestres y eventualmente una pequeña fracción que podría haber sido cultivada. Finalmente, las muestras procedentes del también informalmente denominado Grupo Cerámica Incisa, presentan la mayor ingesta de plantas C3 de todas las poblaciones prehispánicas locales, que podrían ser tanto silvestres como cultivadas. Este grupo, además, incluye un individuo con señales isotópicas indistinguibles del consumo moderado de maíz y de plantas C3 indeterminadas, cuyo fechado directo de 1360 ± 70 años 14C AP, estaría señalando la incorporación efectiva más antigua de este cereal a la dieta de las poblaciones precoloniales de la región.