En el año 2014, un deportista de la selección chilena de fútbol utilizó la palabra chispeza en una entrevista otorgada durante el mundial de dicha disciplina. La creación de esta pieza léxica no pasó desapercibida y causó tanto revuelo en redes sociales que muchos hablantes se preguntaron sobre las posibilidades que esta tenía para llegar al diccionario. Desde el mundo académico, las respuestas ante estas inquietudes suelen apuntar hacia criterios de frecuencia y permanencia en el tiempo. Con una distancia de seis años desde la aparición de este lexema, este trabajo se propone como objetivo reflexionar en torno a las posibilidades de diccionarización que posee el neologismo chispeza y, para ello, se realiza el contraste con el neologismo carretear sobre la base de cuatro criterios de diccionariabilidad: de frecuencia, formales, semánticos y documentales. Los resultados señalan que chispeza no cumple con los criterios documentales, y tan solo parcialmente con los de frecuencia y semánticos, por lo que, desde el punto de vista metalexicográfico, no debería incluirse en el lemario de una obra como el DLE; no obstante, su incorporación podría ser considerada en diccionarios de chilenismos, pues posee una considerable frecuencia de uso que ha perdurado en el tiempo.