“…(3,4) Por otro lado, la hormona que influye mayormente en el rendimiento deportivo es la Testosterona, debido a que es la hormona que proporciona a los deportistas una ganancia de fuerza y masa muscular, (2) al ser una hormona esteroidea anabólica, cumple un papel importante en la regulación del metabolismo, promoviendo el desarrollo muscular, la correcta distribución de energía, y contribuye a que el consumo de grasa sea mayor. (3) Investigaciones realizadas manifiestan que el ejercicio físico puede llegar a modular la cantidad de receptores androgénicos en los tejidos musculares, (1,2,4) esto se debe al aumento de las concentraciones de testosterona total de forma aguda, por el contrario, hay ocasiones en la que la respuesta será crónica, (3) por la influencia de algunas variables, como, por ejemplo: la intensidad, (2) el tipo de actividad, (4) volumen, nutrición (5) y la edad. (6) Algunos atletas, especialmente los deportistas de alta competencia y fisicoculturistas con el objetivo de tener un cuerpo "perfecto", mejorar su aspecto físico y el rendimiento deportivo utilizan variaciones artificiales de la testosterona que son los esteroides anabólicos (EAA), (7) no obstante, su uso indiscriminado ha conllevado a la aparición de efectos secundarios, como son la infertilidad, disfunción eréctil, alteraciones conductuales, ginecomastia, entre otros, por ello se considera un problema de salud pública a nivel mundial.…”