La irrupción de la tecnología digital en casi todos los ámbitos empresariales, institucionales, organizacionales y personales está provocando, desde hace setenta años, la transformación continua e irreversible de la sociedad. Las formas de trabajar, estudiar, hacer negocio, ser ciudadano, divertirse, estar en contacto con las amistades y los seres queridos, realizar política, etcétera, han cambiado tanto que no es exagerado decir que las generaciones más jóvenes viven un mundo distinto al de sus generaciones predecesoras. En gran medida, ese cambio radical se debe a la continua y silenciosa transformación digital.