“…Así pues, este contexto se relaciona con un espacio en el que cada persona es capaz de desarrollar las habilidades para compartir y formar laxos afectivos con los demás, lo que contribuye a construir las relaciones y los vínculos amistosos y emocionales en la comunidad (Acosta y Clavero, 2015; Amin et al, 2018;Mora et al, 2022;Orbea, 2019;Perpiñà et al, 2022;Puertas et al, 2020;Pulido y Herrera, 2019;Sastre et al, 2020;Rodríguez et al, 2021;Tornero et al, 2021;Valenzuela et al, 2018;Valenzuela et al, 2021), esto demuestra que la escuela y los escenarios educativos son parte fundamental en el desarrollo de las personas, siendo este el núcleo principal de aprendizaje intelectual y emocional que es capaz de formar individuos totalmente exitosos en la sociedad (Arslan, 2021;Costa et al, 2021;Jordán et al, 2020;López y Periscal, 2021;Mérida et al, 2022).…”