“…16888/interd.2021.38.3.15 el legítimo derecho que todos los individuos tienen de recibir atención especializada y tratamiento de calidad ante trastornos mentales, pero, como se demostrará más adelante, esto está lejos de suceder. Para la OMS (2006) el abandono de la salud mental en la política de salud de la mayoría de los países resulta preocupante, pues como ellos mismos señalan (OMS 2006(OMS , 2018, la salud mental, al ser producto de múltiples factores de índole psicológicos como la personalidad (Fernández, 2008;Galarza, Castañeiras y Fernández, 2018); biológicos, como puede ser una determinada carga genética o desequilibrios bioquímicos cerebrales (Beltrán, Matute y Vásquez, 2019;Ferreyra y Castorina, 2017), y sobre todo, sociales como la pobreza, el bajo nivel educativo, el entorno laboral, la marginación urbana, discriminación, entre otros (Burns, 2015;Cardozo, Cortés y Castro, 2017;Spontón, Trógolo, Castellano y Medrano, 2019), puede convertirse en un importante problema público a resolver y que puede condicionar tanto el crecimiento como el desarrollo económico.…”