El conflicto palestino-israelí, con origen en la anexión y ocupación continuada contraria al Derecho internacional de territorio palestino por parte de Israel, parece haberse convertido en un conflicto de los denominados intratables y de larga duración, a pesar de los numerosos procesos de paz y de las negociaciones llevadas a cabo, auspiciadas por actores externos (generalmente, miembros del Consejo de Seguridad) y con el objetivo de alcanzar una solución al conflicto que satisfaga los intereses de ambas partes y traiga paz y seguridad a Oriente Medio. El Acuerdo del Siglo (2020) es el último plan de paz ofrecido a las partes; un nuevo intento de Estados Unidos por solucionar el conflicto que ha sido rechazado por los palestinos. Pero en la actualidad asistimos también al surgimiento de un nuevo elemento en las tensas relaciones israelo-palestinas: el apoyo de ciertos Estados árabes al Estado de Israel manifestado a través de la firma de los Acuerdos de Abraham (también auspiciados por los Estados Unidos): acuerdos de cooperación comercial económica, financiera y en materia de seguridad que seguro generarán un giro estratégico en la solución del conflicto. Y todo apunta a que nuevos Estados árabes se irán uniendo a la iniciativa.