Durante el siglo XVIII la caza mayor era una práctica reservada a las clases sociales dominantes, por razones de prestigio y distinción frente al resto de personas. No obstante, este modelo cinegético compartía protagonismo con otros tipos de caza en los que se perseguían fines diferentes. Bajo estas premisas, el objetivo de este trabajo es doble. Por una parte, analizar la distribución territorial de las especies de caza mayor a finales del siglo XVIII, basándose en los datos aportados por una fuente histórica de gran alcance, (Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura de 1792) y, por otra parte, establecer una comparación con la actual distribución de los cotos de caza mayor situados sobre espacios adehesados. El material utilizado procede del Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura de 1792, compuesto de 10 tomos. En concreto, se han usado las respuestas dadas a la pregunta 57, con cuya información se construyó una base de datos, se hizo un análisis semántico y se implementó la información en un proyecto SIG. Los resultados muestran que, en términos comparativos con la realidad actual, se confirma que las especies de caza mayor ocupan el mismo territorio, existiendo una alta coincidencia con extensas zonas adehesadas de Extremadura.