“…El esfuerzo por mantener la menstruación en el ámbito de la privacidad y el secreto femeninos contribuye a que esta se viva con información insuficiente o errónea (Mileo & Suárez, 2018), a que las niñas y mujeres construyan una visión negativa de su propio cuerpo como impuro, incapacitante, asqueroso o inferior, y a que sean objeto de discriminación y burlas en sus espacios de estudios y trabajo (Barone Zalloco, 2021;Bobel, & Kissling, 2011;Fernández Olguín, 2012;Serret-Montoya et al, 2020). Basta con recordar cómo suele explicarse y/o invalidar la opinión o la conducta de una mujer aludiendo a que "está con la regla", "está menopáusica" o es "una histérica" (del griego hysteron, que significa útero), con lo que de paso se normaliza y resta importancia a la experiencia de dolor menstrual (Przybylo, & Fahs, 2018).…”