Las excavaciones realizadas en la muralla de Bonilla de la Sierra (Ávila, España) han permitido sacar a la luz un conjunto de cerámicas procedentes de los siglos XIV/XV, de factura mudéjar (lozas decoradas en verde-manganeso, azul cobalto y dorado) y otras de producción local. Su estudio por métodos mineralógicos (Difracción de Rayos X (DRX) y microscopia óptica) y químicos (Masas con Plasma de Acoplamiento Inductivo (ICP/MS)) comparándolas con la cerámica local, las vincula con algunos fragmentos de alfares ubicados en la zona, aún no identificados, y permite establecer una correspondencia con otros conjuntos aparecidos en localidades cercanas, situadas en la Meseta castellana. El conjunto de lozas decoradas no es uniforme. Sus relaciones Pb/Sn fluctúan en amplios márgenes y permiten distinguir cerámicas autóctonas, junto a otras traídas de regiones con tradición mudéjar como la levantina