Ciudades intermedias del norte chileno que atraen población migrante/inmigrante, experimentan un explosivo aumento de asentamientos informales precarios en la periferia los cuales son respuesta a amplios procesos de especulación inmobiliaria, aumento del valor del alquiler y subalquiler, desplazamiento frente a un mercado de la vivienda y del suelo que es abusivo, desregulado e incluso racista. Frente a dichas condiciones, este artículo analiza la relación entre gentrificación e inmigración, considerando la crisis migratoria y habitacional que enfrenta el país al menos desde hace tres años. La discusión comprende 84 entrevistas en profundidad en las ciudades intermedias de Iquique y Antofagasta, así como también entrevistas a actores clave. La relación entre gentrificación e inmigración devela la brecha de política asociada al menos a cuatro dimensiones interrelacionadas (i) restricción, negación o limitación de acceso a la vivienda en áreas centrales; (ii) urbanización pirata y mercado de la vivienda eclusionario; (iii) construcción de programas y/o políticas habitacionales que disminuyen la agencia política de los más vulnerables; y, (iv) consolidación de asentamientos precarios autoconstruidos como estrategia de sobrevivencia, racismo, resistencia, espara y/o cambio