La enfermedad celíaca (EC) es definida como una enteropatía crónica del intestino delgado mediada por mecanismos inmunes, precipitada por la exposición al gluten y prolaminas relacionadas de la dieta, en individuos genéticamente predispuestos. Diversas enfermedades hepáticas pueden asociarse a la EC. El espectro del compromiso hepático en la EC es muy amplio e incluye, entre otros, enfermedad hepática criptogenética (desde leve a severa), hepatitis autoinmune, colangitis esclerosante primaria, cirrosis biliar primaria, hígado graso no alcohólico, esteatohepatitis y enfermedad relacionada al virus C. Estudios epidemiológicos han demostrado que los pacientes con EC tienen un riesgo incrementado de enfermedad hepática, tanto previa como posterior al diagnóstico. Actualmente no es posible establecer si las variadas presentaciones de daño hepático en la EC son diferentes entidades o son la expresión de un mismo proceso patológico. En este trabajo se evalúo la prevalencia de EC en 181 pacientes con hepatopatías crónicas de diversa etiología. Se diagnosticaron 13 pacientes con EC (7.2%), significativamente mayor que la observada en población control (0.7%). El 77% fueron mujeres, y 23% tuvieron otra enfermedad autoinmune asociada. En el análisis por subgrupo se observó una prevalencia de EC de 17.5% en pacientes con cirrosis autoinmune, 16.7% en cirrosis viral y 4.3% en cirrosis alcohólica. No se observó relación entre la presencia de EC y la severidad de la enfermedad hepática. En 168 pacientes sin diagnóstico de EC se observó una prevalencia elevada de anticuerpos falso positivos: AGA-IgA 26.2%, AGA-IgG 19% y ATG-t 27.6% (diferencia significativa vs. Grupo control). La mayor frecuencia de ATGt-IgA positiva se presentó en aquellos individuos con enfermedad hepática más severa (Child-Pugh B y C, p= 0.003 respecto a los Child-Pugh A) y no se observó ninguna diferencia entre los tres grupos con respecto a los AGA-IgA y AGA-IgG. Estos resultados confirman la necesidad de investigar EC en pacientes con hepatopatías crónicas. La recomendación de DLG debe indicarse en todos los pacientes porque mejora los síntomas de la EC y reduce el riesgo de complicaciones. La mejor combinación para el diagnóstico de EC en pacientes con hepatopatías crónicas debiera incluir ATGt-IgA, EmA y dosaje de IgA sérica (debido a que cerca del 10% de los celiacos pueden tener déficit de IgA). En aquellos individuos con los dos anticuerpos positivos debería realizarse la biopsia duodenal. Una alternativa posible ante resultados no definitorios en la serología o biopsia intestinal es la realización de HLA-DQ2 y DQ8 ya que su negatividad permitiría excluir el diagnóstico de EC.