El tratamiento de la coledocolitiasis ha evolucionado de forma significativa desde que Robert Abbe realizó la primera coledocotomía y la exploración de las vías biliares en Nueva York, en 1889. La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE), que inicialmente fue un método diagnóstico, ahora solo tiene validez como método terapéutico. En la actualidad, los principales métodos diagnósticos son la colangioresonancia magnética (CRM) y la ultrasonografía endoscópica (USE). El tratamiento de la coledocolitiasis pasó de la técnica quirúrgica abierta -en la que, de forma rutinaria, se realizaba la coledocorrafia sobre un tubo de Kehr o tubo en T- a la endoscópica, mediante el uso de la CPRE, la esfinteroplastia y la instrumentación con balones y canastilla. Hoy en día se dispone de técnicas adicionales como la litotricia mecánica (LM) o extracorpórea, la dilatación con balón (DB) de gran tamaño y el Spyglass®. La técnica laparoscópica se usa desde hace varios años, en diversas partes del mundo, para el tratamiento de la coledocolitiasis. Estudios recientes proponen incluso el cierre primario del colédoco o la coledocoduodenostomía, con lo cual no sería necesaria la utilización del tubo en T. Pero en muchos otros sitios, y por diversas razones, se continúa usando la exploración quirúrgica abierta y el tubo en T, que representa una importante opción en el tratamiento de algunos pacientes.
Caso clínico: paciente masculino de 88 años, con coledocolitiasis recidivante, cálculo gigante de difícil manejo endoscópico y sepsis de origen biliar, que requirió drenaje quirúrgico abierto de urgencias. Se realizó una coledocotomía, y se dejó el tubo en T. Posteriormente, se efectuó un tratamiento exitoso conjunto, mediante instrumentación por el tubo en T, por parte de cirugía general, y CPRE, por gastroenterología.