“…Por otra parte, el hipoT también tiene una elevada prevalencia en ancianos (del 6% sin incluir el hipoT subclínico) (8,9) y clínicamente sus manifestaciones son tan poco evidentes que son achacadas erróneamente al propio envejecimiento y no llega a hacerse el diagnóstico (8)(9)(10). A nivel cardiovascular el hipoT puede acompañarse de bajo gasto (causado por bradicardia, disminución del llenado ventricular o reducción de la contractilidad cardiaca), incremento de las resistencias vasculares sistémicas, alteraciones en la relajación diastólica cardíaca o alteraciones electrofisiológicas (desde prolongación del potencial de acción celular y alargamiento del intervalo QT hasta taquicardia ventricular y la torsade de pointes), siendo característico que estas alteraciones cardiovasculares, cuando son secundarias a la hipofunción tiroidea reviertan tras el tratamiento de la misma (6,7). En el caso que presentamos no se puede establecer una relación causal entre el hipotiroidismo detectado y el episodio sincopal, ya que no encontramos ninguna alteración cardiovascular significativa y tampoco podemos atribuir inequívocamente al tratamiento sustitutivo hormonal la ausencia de nuevos episodios sincopales, ya que muchos pacientes con un primer síncope no presentan recidivas.…”