Desde el inicio del siglo XXI, la población rural de muchos municipios de España ha disminuido considerablemente. Este fenómeno demográfico, conocido como la España vaciada, se considera ampliamente como un motor de abandono de tierras. El objetivo principal de este estudio fue, por tanto, analizar espacialmente este fenómeno, comparando los datos actuales sobre variables como la población total, el uso/cubierta del suelo, el número de animales de ganadería y el número de incendios forestales con los datos obtenidos hace dos décadas, para comprobar si el abandono de tierras (el cese de las actividades agrícolas en un determinado terreno) es notable (fácilmente detectable en un mapa a escala nacional) en estos territorios. El fenómeno de la España vaciada afecta a 5.084 de los 8.043 municipios nacionales, que abarcan 320.000 km2, es decir, más del 60% del territorio español. En las zonas despobladas, más de 37.000 km2 de tierras agroforestales tradicionales han sufrido una transformación del uso del suelo. De estas tierras, 24.000 km2 se han convertido en pastizales, brezales o bosques, 8.500 km2 se han convertido en tierras agrícolas intensivas (incluyendo viñedos, olivares y otras plantaciones de árboles frutales) y otros 3.000 km2 se han convertido en pastos intensivos (intensificación de la ganadería). En general, los datos muestran que el abandono de los sistemas agrícolas tradicionales extensivos y, al mismo tiempo, la expansión de los usos agrícolas intensivos de la tierra son dos procesos coexistentes que han tenido lugar en toda la España vaciada. En términos ecológicos, estas tendencias de cambio de uso del suelo pueden provocar una simplificación del paisaje, con los consiguientes riesgos de degradación del suelo y deterioro medioambiental.