“…Los estudiantes utilizaron como estrategias pedagógicas los mapas conceptuales, los cuales permiten la organización jerárquica de los conceptos fundamentales que se han de aprender y la constatación de las relaciones que se dan entre ellos, y las relaciones de los conceptos previos con la nueva información. Su elaboración fomenta el conocimiento, el pensamiento reflexivo, la creatividad y el análisis crítico sobre un tema; así es cómo el mapa conceptual es, en consecuencia, un instrumento útil para la organización y la representación visual del conocimiento, puede ser elaborado por el docente para mostrar cómo se relacionan determinados conceptos o por el alumno, de forma individual o en grupo, con el objeto de alcanzar una mayor comprensión de los conceptos que estudia [28][29][30]. La utilización de situaciones-problema como casos clínicos, que son comunes en las diferentes facultades de ciencias de la salud para desarrollar tópicos distintos de cada una de las asignaturas [29,[31][32][33]; además de la formulación de secuencias neurofuncionales basadas en situaciones de la vida cotidiana, estrategia desarrollada en la UIS, donde se utiliza una situación de la vida real para llegar a describir el recorrido de la información desde el momento en que es captada y analizada hasta cuando se genera una respuesta por parte del organismo.…”