A mediados del siglo XVI, varios escritores se afanaron en buscar formas de renovar la narrativa de ficción. Uno de ellos fue el portugués Jorge de Montemayor que, sobre la base de una tradición clásica y de otras tradiciones coetáneas, dio a la imprenta Los siete libros de la Diana, muy aplaudidos por los lectores. En este artículo se analizan las claves de sus historias que posibilitaron su éxito décadas antes del triunfo de la novela moderna.