“…Las temáticas de estudio bajo el modelo de redes se encuentran en clara ebullición y expansión. Sirva como muestra los trabajos que han analizado la sintomatología depresiva (Bringmann, Lemmens, Huibers, Borsboom, y Tuerlinckx, 2015;Cramer et al, 2016;Fried, van Borkulo, Epskamp, et al, 2016), la psicosis y su relación con experiencias traumáticas o impactos ambientales (Isvoranu, Borsboom, van Os, y Guloksuz, 2016;Isvoranu et al, 2017), los síntomas psicóticos negativos (Levine y Leucht, 2016), los síntomas psicóticos atenuados (Fonseca-Pedrero, 2018), el abuso de sustancias (Rhemtulla et al, 2016), la calidad de vida (Kossakowski et al, 2016), los sínto-mas de estrés post-traumático (McNally et al, 2014), la comorbilidad (Cramer, Waldorp, van der Maas, y Borsboom, 2010), la relación entre síntomas y trastornos desde los sistemas taxonómicos (Boschloo et al, 2015;Tio, Epskamp, Noordhof, y Borsboom, 2016), los problemas emocionales y comportamentales en adolescentes (Boschloo, Schoevers, van Borkulo, Borsboom, y Oldehinkel, 2016;Fonseca-Pedrero, 2017) o la inteligencia (Maas, Kan, Marsman, y Stevenson, 2017), por citar algunos. Borsboom (2017) ha propuesto un modelo teórico de redes para la comprensión de los trastornos mentales.…”