El conflicto médico ha estado presente en la historia de la humanidad desde las culturas más antiguas, lo cual ha generado desequilibrio constante en las relaciones médico-paciente, quienes por tradición, tienen que enfrentarse a extensos debates procesales ante las autoridades judiciales para desatar sus controversias. Para nadie es un secreto que los despachos judiciales se encuentran saturados y, muchas ocasiones, no se llega a un resultado favorable que equilibre las relaciones entre las partes, ocasionando un mayor distanciamiento entre el ejercicio de la medicina y la sociedad. Se debe recurrir entonces a otro medio de justicia constitucional, a partir de los Métodos de Resolución de Conflictos, para dar respuesta positiva a las expectativas de las partes en los extremos de la relación conflictiva originada en la actividad médica y prestación de los servicios de salud, que logre descongestionar la administración de justicia y, además, genere la solución definitiva a la problemática mencionada.