La calidad de la educación superior debería comprender todas sus funciones y actividades con especial atención a la generación de conocimiento mediante la investigación (1). El aporte de los estudiantes de medicina en la investigación universitaria es conocido, y numerosos descubrimientos que son parta de nuestra práctica clínica fueron hechos por estudiantes como es el caso de Jay Mclean que contribuyó con el descubrimiento de la Heparina o Auguste-Maurice Raynaud en la descripción del síndrome del mismo nombre (2). Otros nombres destacados son Paul Langerhans que descubrió las células dendríticas de la piel que llevan su nombre o William E. Clarke que fue el primero en usar anestesia con éter para cirugía, entre otros estudiantes que con sus investigaciones contribuyeron a la medicina moderna (2).