Introducción. El compromiso tumoral metastásico del melanoma al tracto genitourinario es frecuente, pero, la metástasis a vejiga es rara, constituye menos del 2% de los casos. Sin embargo, en autopsias realizadas a pacientes con melanoma se ha encontrado metástasis en la vejiga en entre un 18% y un 37% de los casos, lo que la convierte en la segunda en incidencia posterior al adenocarcinoma gástrico. La media de supervivencia suele ser entre 6 - 7.5 meses. El objetivo de este trabajo es presentar el caso de un melanoma metastásico a vejiga, entidad poco frecuente y poco diagnosticada por ser la mayoría de las veces asintomática. Presentación del caso. Paciente femenina de 62 años, con antecedente de melanoma al nivel del primer artejo del pie, con manejo quirúrgico y farmacológico. Consultó por hematuria. La cistoscopia evidenció una lesión única sólida, eritematosa, con necrosis y fácil sangrado y se indicó realizar resección transuretral (RTU). La patología demostró compromiso por melanoma ulcerado metastásico. Se inició manejo de segunda línea (Pembrolizumab) y presentó progresión a miembros superiores y recaída a nivel vesical. La paciente falleció un año después. Discusión. Las metástasis de melanoma al tracto genitourinario son frecuentes, pero las metástasis vesicales aisladas son raras. El tratamiento suele ser RTU de la lesión, cistectomía, quimioterapia y radioterapia. La RTU es curativa para las lesiones restringidas al epitelio, aunque la cistectomía radical suele ser la terapia de elección ante un paciente con un tumor localizado. El Pembrolizumab ha demostrado aumentar la supervivencia. El pronóstico depende del tamaño y profundidad de la invasión. Conclusiones. El compromiso vesical metastásico es poco frecuente y diagnosticado, puede estar presente en pacientes con melanoma, síntomas irritativos urinarios no específicos y hematuria. Suele ser de mal pronóstico, y requiere de manejo quirúrgico asociado a manejo sistémico.