Actualmente, tras años de investigación en implantología, en los cuales se han realizado muchos trabajos, en donde se han estudiado diferentes tipos de superficies de implantes, lisas y rugosas, en un intento de mejorar, tanto en el tiempo como en la calidad , la osteointegración, se ha concluido que los implantes de superficie rugosa con un intervalo de rugosidad entre 1,0-2,0 nm, son los que parecen dar una mejor respuesta ósea y mejores resultados clínicos, pero desde un punto de vista exclusivamente mecánico. Hoy en día las investigaciones se centran en el desarrollo de superficies denominadas bioactivas, las cuales son capaces de interaccionar con el hueso que rodea al implante, como ocurre cuando el implante es revestido con carbonato cálcico o bien con flúor. Pero sabemos que dentro del metabolismo óseo, juegan importantes papeles, moléculas, como son la melatonina y la hormona del crecimiento entre otras, las cuales deben de ser tenidas en cuenta a la hora de hablar de osteointegración. Se realiza una breve descripción de la fisiología de ambas moléculas y se valora su aplicación al concepto de superficie bioactiva en implantología.