El 24 de febrero de 2022 fuerzas rusas invadieron territorio ucraniano oficializando un conflicto latente desde la anexión de Crimea a la Federación Rusa en marzo de 2014. Mientras gran parte de los países occidentales han condenado tal hecho, Cuba ha protagonizado un paulatino estrechamiento de las relaciones con Rusia, cristalizado en los medios de comunicación estatales, en las visitas oficiales y en el desarrollo de nuevos nexos económicos. Este artículo analizará el estado actual de las relaciones rusocubanas con una hipótesis de partida: el acercamiento de Cuba no puede explicarse sin la dilatada relación con la Unión Soviética, el impacto del «Periodo Especial» y realidades inmediatas como el recrudecimiento del antagonismo estadounidense, la influencia de la crisis económica y los efectos de la COVID-19.