“…En este sentido, a criterio del autor citado, la publicidad recrea el mundo, crea su simulación ideal donde el producto adquiere es estatus de protagonista mítico que expresa todas las tensiones estéticas del arte de nuestro siglo a través de un discurso (p. 78). De ahí que, el lenguaje publicitario, en palabras de Velasco (2002), es un lenguaje especializado ya que cuenta con una temática específica, tiene características pragmáticas concretas determinadas por los interlocutores, y es un sistema semiautónomo basado en el lenguaje general y derivado de éste, cuya caracterización presupone una educación especial, al menos para el emisor.…”