“…Además, tal y como se ha evidenciado en este estudio, ajustar las materias a un formato en línea, supuso reducir la ansiedad o la presión social de las aulas masificadas (Holloway & Foley, 2018), elementos que mejoró la calidad de vida de este colectivo estudiantil. De forma paralela, la flexibilidad de espacios, tiempo y horarios, también fue considerado muy positivo por las estudiantes participantes, ya que les permitió aprender a su propio ritmo (Cotán et al, 2021a;Perera & Moriña, 2019). Así, ofrecer opciones de accesibilidad a los estudiantes con discapacidad, como pueden los intérpretes de lengua de signos, los subtítulos, los lectores de pantallas o insertar cámaras de grabación en las aulas y micrófonos, son elementos que permitiría el acceso al conocimiento (Alsadoon & Turkestani, 2020).…”