“…Posteriormente, se demostró que las tendencias en el crecimiento de los troncos durante periodos de varias semanas podían indicar lo adecuado del riego y se propuso el uso de los dendrómetros para la programación del mismo (Hendrickson y Veihmeyer, 1941), si bien la sensibilidad de estos primeros instrumentos de medida no era lo suficientemente precisa para detectar las fluctuaciones diarias del diámetro del tronco y generar parámetros de utilidad para la toma de decisiones (Huguet, 1985;Goldhamer y Fereres, 2001). Debido a los avances tecnológicos tanto en electrónica, en informática y en ciencia de los materiales, las medidas de las variaciones micromorfométricas de distintos órganos de las plantas han recobrado un notable protagonismo como indicadoras del estado hídrico de las plantas (Ginestar y Castel, 1996;Fereres y Goldhamer, 2000), e incluso la posibilidad de ser empleadas en la programación automática del riego (Huguet, 1985;Schoch et al, 1989Schoch et al, , 1990Goldhamer y Fereres, 2001).…”