No sé muy bien cómo empezar estos agradecimientos porque son muchas las personas que se me pasan por la cabeza cuando pienso en estos años en los que he estado desarrollando esta tesis doctoral.Lo primero, sería mencionar a Mónica Coca, Susana Lucas y Mº Teresa García. Mis tutoras y, porque no decirlo, parte de mis referentes de vida. Gracias a ellas, que apostaron por mí, pude empezar mi periplo en el laboratorio con las prácticas de empresa, allá por 2014, para luego hacer el TFG, una beca de colaboración y un TFM, hasta llegar a esta Tesis Doctoral. Gracias por enseñarme una pasión que desconocía.Supongo que mi familia debe estar presente aquí, sobre todo a mis padres y mi hermano (bueno, y mi perro, por supuesto), los cuales me han aguantado mis enfados, mis llantos, mis largas charlas sobre el reciclaje y los desechos, entre otras cosas. No he recibido más que apoyo incondicional por su parte y buenos consejos de cómo afrontar los problemas que me iban surgiendo.Mis amigos también han sido una parte importante en estos 5 años. Con ellos he compartido inquietudes, risas, alegrías, tristeza y momentos de desconexión. Aunque algunos se han ido y otros han aparecido, siempre todos estáis en mis pensamientos, porque me habéis ayudado a saber quién soy, y quien quiero ser. Porque vosotros no sois solo amigos, sois hermanos.Hay que añadir que, sin mis compañeros de laboratorio y mis chicos de prácticas, estos años no habría sido lo mismo. En este punto tengo que recordar, cuando en vez de preparar una disolución 0,25 M de ácido nítrico y me prepararon una 2,5 M. Menudo susto al ver el material naranja fosforito en vez de marrón. Esto te hace pensar en cómo hay que fijarse en todo, en ayudar y que te ayuden. En aprender definitivamente. Ojalá seguir aprendiendo de vosotros, durante mucho tiempo.